Carta de Derrota


Ver Travesia Atlantica 2014 en un mapa más grande

domingo, 19 de junio de 2016

Lamentablemente se esta produciendo en este Blog entradas inadecuadas y de contenido propagandístico o erótico que cada cierto tiempo procuro revisar a proceder a su borrado. 

Confirmo que no tienen relación alguna con el contenido del Blog ni son de la responsabilidad del autor 


domingo, 3 de agosto de 2014

DOS MESES Y FINAL DEL BLOG


Justo hoy se cumplen los dos meses del accidente del Jafam en su viaje a Azores.  En estas semanas regresamos a Saint Martin, hicimos los trámites y preparamos el barco para una larga estancia en varadero, regresamos a casa, nos reencontramos con la familia.
Ha llegado el momento de poner una última entrada a este blog,  creado para contar nuestra aventura de cruzar el Atlántico al que llamamos "El Gran Salto" y que no acabará definitivamente hasta que sepamos qué pasa con el barco y la tripulación. Cuando haya nuevas noticias las daremos para nuestros seguidores y amigos pero hemos pensado que una buena manera de cerrar (temporalmente) el blog es una breve reflexión, a modo de resumen de lo que ha supuesto la aventura desde el día 1 de noviembre, momento en que el  Jafam inició su derrota hacia las Canarias

Cruzar el Atlántico en un velero de doce metros es un reto muy importante para cualquier tripulación, tanto desde el punto de vista físico,  mental y emocional, especialmente cuando la tripulación es sexagenaria.
La buena preparación del barco y del material es fundamental aunque no garantiza la ausencia de averías ni roturas, por lo que hay que estar preparado para cualquier eventualidad.
En nuestro caso, aparte de la pérdida del mástil, sufrimos otras averías en el sistema eléctrico con la generación de energía, en las comunicaciones y en el piloto automático. Pero la gran mayoría de los barcos que enlazaban a través de la Rueda de los Navegantes sufrieron también averías importantes, a pesar de ser veleros más modernos y de mayor eslora como el Bulcanier, un velero de 21 metros vencedor de la Sydney Howard que se fué a pique en mitad del Atlántico por una vía de agua El cruce es pues exigente con los que se atreven a cuestionar su superioridad y castiga los materiales.

La labor de Rafael del Castillo, con su Rueda de los Navegantes, hecha desde el voluntariado, suple las graves deficiencias de los organismos oficiales españoles en relación a quienes cruzamos el Atlántico. El valor de poder escuchar a las 23 UTC, todas las noches, una voz amiga con la previsión meteorológica para los próximos días y sus consejos ante cualquier adversidad, sólo está en condiciones de reconocerlo quien ha sido usuario de esta labor altruista. Si además, como fue nuestro
caso, sufres un grave accidente, saber que alguien te va a ayudar poniendo todo su esfuerzo para que recibas ayuda desde la distancia es impagable, como en el referido hundimiento del Bulcanier antes de que el barco se hundiese, hizo que un crucero desviase su ruta para recoger a los náufragos.

Los modelos de previsión meteorológica son aproximaciones a la realidad, según nuestra experiencia siempre infravaloradas: el viento real ha sido constantemente superior al previsto. Tampoco las situaciones sinópicas se cumplen con precisión: en nuestro cruce tuvimos mucho más viento y más chubascos de los previstos para la época que lo hicimos. Por tanto has de preparar el animo para que no te afecte anímicamente y preparar el barco para que no te sorprenda -si es posible- una ola traicionera que te ponga el barco por bao.
Navegar por el Caribe y las Pequeñas Antillas  es cualquier cosa menos fácil, especialmente los pasos


de los canales entre islas. En estos canales confluyen corrientes y mareas intensas con cambios de vientos producidos por la oro-grafía de las islas, volcánicas y con picos que superan los mil metros de altitud. Hicimos más de una docena de estos pasos y el de Dominica a Guadalupe fue especialmente complicado.

Las sensaciones y recuerdos que nos llevamos de todas las islas visitadas son personales y probablemente no coincidiríamos en todo. En las islas no europeas hay una fuerte presión sobre el turismo náutico por parte de la población local para obtener algunos dólares y ello hace antipáticas las operaciones de fondeo, aparte de otras picarescas de mayor calado como las que sufrimos en Sant Vincent y Canouan. No obstante, por citar algunos lugares visitados en que estamos de acuerdo que son espectaculares: The Pitons en Sta. Lucia, la isla Bequia en su conjunto, Blue Lagoon en Saint Vincent, los cayos de Grenadines, Deshaies en Guadalupe, Saint Pierre en Martinica.

La convivencia de la tripulación en un espacio tan reducido como un velero de 12 metros es un elemento fundamental que marca la diferencia entre el éxito y el fracaso. Las guardias, la comida, el aseo personal, el orden, la limpieza, la implicación en las maniobras, las reacciones ante el peligro, los descansos, etc…son situaciones de prueba constante, que en nuestro caso se resolvieron de manera satisfactoria, siempre bajo la autoridad y la responsabilidad del patrón. Probablemente la convivencia sea más difícil en tierra que en el mar, donde el trabajo y el peligro dan suficiente ocupación.
El accidente que nos ha impedido completar el viaje, primero hasta Azores y después hasta Barbate es evidente que nos ha afectado anímicamente, especialmente al Armador que es quien más tiempo llevaba preparando el viaje y más ilusión le había puesto en la aventura. No obstante, lo sucedido era una posibilidad que formaba parte de la misma y estamos contentos de no haber sufrido daños personales y de la reacción que toda la tripulación tuvo en los momentos más difíciles. La solidaridad de otros navegantes y la ayuda de Rafael del Castillo son otras experiencias positivas de la situación vivida. En los navegantes de altura se practica con gran eficacia la solidaridad y eso contrarresta la soledad en momentos de dificultad.
En resumen, el Gran Salto ha sido un reto importante que algunos hemos experimentado en la fase otoñal de nuestra vida pero que ha sido un sueño largamente perseguido. Hemos vivido, a lo largo de siete meses, situaciones y aventuras que siempre nos acompañarán. Nada de esto hubiera sido posible sin nuestra determinación, sin poder disponer del tiempo necesario para hacerlo y sin el apoyo de nuestras familias, que probablemente han sufrido lo que no nos cuentan. Seguro que hay otras aventuras náuticas más importantes, más complejas y más dignas de ser admiradas, pero el GRAN SALTO ha sido la nuestra y la hemos contado en este blog de la manera más fiel posible.

Y ahora???

martes, 24 de junio de 2014

UNA SEMANA EN SAINT MARTIN

Los dos primeros días en Saint Martin estuvimos fondeados en la bahía de Marigot, junto al Hispania, mientras resolvíamos los primeros trámites. 
Saint Martin es una isla curiosa, dividida entre una parte francesa y otra holandesa, ésta en cierto modo independiente; hay una importante diferencia en los precios y en la zona francesa es frecuente que te apliquen la equivalencia entre euro y dólar americano. En la parte sur hay una amplia laguna, con numerosas marinas (algunas de alto nivel) y para acceder a su interior  se deben cruzar unos puentes levadizos que sólo se abren tres veces al día… 
Tuvimos la suerte de localizar TOBY, un varadero en el que el JAFAM fue sacado a tierra, convenientemente trincado ya que se acerca la época de los huracanes. Sus responsables (Paula al frente) han sido muy amables y cada tarde, al acabar la jornada laboral, nos reuníamos en el “local social” a beber algunas cervezas…Conocimos a personas muy interesantes, varadas junto a sus barcos, cada uno con su historia personal. 
El lunes día 16 nos visitó desde Antigua el inspector del seguro, para valorar los daños y emitir su informe. Luego nos dedicamos a recoger el barco, donar todos los víveres que quedaban y que podían estropearse, desconectar las baterías, recoger la dingui, etc. La noche del martes hicimos una cena de despedida con Paco y Catalina del Hispania y Fernando (que tanto nos han ayudado) en el Jimbo’s, en la parte holandesa. Finalmente, con mucha nostalgia y un cierto nudo en la garganta al ver la última imagen del Jafam, JF y FV cogimos el vuelo de Corsair a París, vía Pointe à Pitre, en Guadalupe. 

















Y así queda por ahora la aventura que empezó el día 1 de noviembre de 2013 con la salida de Badalona…Aventura que hemos contado puntualmente en este blog y que agradecemos todas las visitas recibidas. Ahora sólo queda pendiente una entrada: una valoración global de todo el viaje que colgaremos en unos días…


lunes, 16 de junio de 2014

VIAJE HASTA SAINT MARTIN

Una vez recuperada la “normalidad” (sin daños personales y con la emisora de onda corta funcional) analizamos las diferentes opciones que se nos planteaban. A través del inReach y de Rafael del Castillo que estuvo en permanente contanto con nosotros pudimos tranquilizar a la familia. Se decidió intentar llegar hasta Saint Martin, por ser la isla más próxima de la C.E. (a unas 550 millas!) y con buenos servicios náuticos. La disponibilidad de gasoil era muy justa para llegar, por lo que decidimos ir a bajas revoluciones (no sobrepasar las 1500 rpm), lo que hacía que el barco no superara las 4 millas a la hora, menos si el mar estaba en contra.
Empleamos 136 horas en llegar a la bahía  Marigot, en la parte francesa de Saint Martin, en lo que fue un viaje duro y agotador. El motor del Jafam respondió a la perfección; fuimos rellenando el depósito con nuestros bidones adicionales, controlando el consumo, hasta el punto que a la llegada sólo disponíamos de unos 30 litros de gasoil sobrante.
Diversas personas fueron claves en estos días de angustia: Ana, en contacto con Salvamento Marítimo; Rafael del Castillo, con sus ánimos y consejos durante el siniestro y cada noche en la hora de la Rueda; Catalina y Paco del Hispania, velero español que estaban en Saint Martin, y se trasladó a la bahia de Marigot para estar mas cerca y dispuestos a venirnos a rescatar en caso de algún problema con el motor o falta de combustible. A ellos nuestro agradecimiento por el apoyo que nos prestaron y la seguridad que nos dieron. Tambien a aquellos otros que estando lejos se interesaron por nuestra situación como el Skipper, el Vagabundo, el Arquimedes, el Micoa...  y si alguno me olvido, le pido mis disculpas.



domingo, 15 de junio de 2014

GRAVE ACCIDENTE























El martes día 3 de junio de 2014, habíamos recorrido unas 600 millas, a un promedio de unas 100 diarias ya que el viento no solía superar los 15 nudos, excepto durante los chubascos, y el paso de un frente que duró unas 24 horas. Avanzábamos más lento de lo previsto, con la génova y la trinqueta atangonadas. Sobre las 11 del mediodía, con viento flojo (escala Beaufort) pero con un fuerte mar de leva (+2 metros), el barco se balanceaba fuertemente unos 30 o 40 grados por el efecto de la mar.

De repente, sobre las 11, notamos una fuerte explosión que rápidamente identificamos con  la rotura del obenque bajo de babor a la altura de la cruceta. Inmediatamente lanzamos un cabo por el palo y la cruceta trincándolo al winche y ejercer toda la fuerza de contención posible. Pero el balance a estribor hacia que el palo flechase por su punto mas debil induciendo a que pudiese saltar el palo de la fogonadura con riesgo de que en una de esas salidas pudiese perforar el casco con grave riesgo para la seguridad de la tripulación.
Inmediatamente lanzamos un “may day” de socorro y en contacto por radio con la Rueda de los Navegantes se decidió desarbolar el barco con la finalidad de que la caída del palo (de aproximadamente una tonelada) fuese controlada. La operación fue compleja con la consiguiente  angustia por parte de la tripulación. Finalmente el palo cayó hacia popa sobre el arco de radar, destrozando el mismo y parte del instrumental electrónico.
Una primera lista de daños materiales ocasionados:

Palo mayor con enrollador, cableado y luces de posición
Stay de génova con enrollador
Stay de trinqueta con enrollador
Vela mayor enrollada
Tangón de génova
Obenques, obenquillos y baby
Backstay con tensor
Antena de radar
Reflector de radar
Anemómetro
Antena VHF
Armadura del antirrociones
Arco de Radar en popa
Placa solar
Antena A.I.S
Soporte Duo Gen


Dos elementos fundamentales quedaren intactos: antena de la emisora de onda corta y motor. Por otro lado, la tripulación no sufrió ningún daño. En consecuencia, a pesar de haber experimentado lo que probablemente sea el peor accidente para un velero, tres circunstancias nos favorecieron: la hora, el viento y la distancia de retorno a un puerto seguro. De noche o con viento o a mayor distancia que la que era posible superar con el gasoil disponible, probablemente el rescate hubiera sido muy complejo.





SALIDA DE JOLLY HARBOUR (ANTIGUA)


Una vez completada la tripulación con la llegada de Quim, nos dedicamos a preparar al Jafam para su viaje hasta las Azores: provisiones, cambio de aceite, reparación de la trinqueta y del Duogen, agua, suministro de combustible, etc. Previendo encontrar calmas en el viaje a  las Azores, adquirimos cuatro bidones más hasta disponer de unos 400 litros de gasoil (esta decisión resultó vital, como veremos). La marina de Jolly Harbour está muy vacía: es final de temporada y tenemos la sensación de ser de los últimos que regresan a Europa antes de la época de los huracanes. Finalmente, soltamos amarras y anclamos en la bahía exterior para comer. Sobre las cuatro de la tarde del día 28 de mayo de 2014, pusimos rumbo norte para con un viento de través dejar horas más tarde a Barbuda por estribor y adentrarnos de nuevo en el Atlántico.

viernes, 23 de mayo de 2014

DE SAINT PIERRE (MARTINICA) A DESHAIES (GUADALUPE)

El jueves sobre las 9 de la mañana, después de un desayuno local, levamos anclas con la voluntad de llegar cuanto más lejos mejor. Así fue: hicimos un recorrido total de 85 millas, cruzando dos canales (el de Dominica y Guadalupe, este de noche) hasta fondear a les tres de la madrugada a la marina de Rivière Sens, al sur de la isla. También recorrimos toda la costa de sotavento de Dominica, sin visitar la isla, ya  que el tiempo se nos acaba y la isla dispone de muy pocos lugares para atracar o fondear. 
El tiempo estuvo duro, con cambios constantes en la intensidad y la dirección del viento (sobre todo al pasar a sotavento de montañas altas), con una punta de 37 nudos y chubascos frecuentes. A pesar de que se produjo un desgarro en la trinqueta (que vamos a reparar en Antigua), tanto el Jafam como la tripulación superamos todas las dificultades. Quien diga que navegar por los mares del Caribe es todo placer, miente; al menos estos nos dice nuestra experiencia, corta pero intensa. Al final fondeamos en la marina a las tres de la mañana.
Hoy viernes hemos recorrido 21 millas a sotavento de la costa de la Basse Terre, una de las dos islas que conforman Guadalupe. El mar ha estado muy tranquilo, el viento suave (que nos ha obligado a ir a motor) y nuestro destino ha sido el fondeo en Deshaies, un encantador pueblo pesquero al norte de Guadalupe.